domingo, 2 de septiembre de 2007

La mano de Dios

El camino de San Diego
Carlos Sorín
Argentina 2006
Género: Comedia dramática



El camino de San Diego cuenta la historia de Tati Benítez, un hachero de Misiones (Argentina) sin trabajo, fanático de Diego Maradona.

La historia corre en el 2004, cuando Diego es hospitalizado por una afección cardíaca. Y Tati decide emprender un largo y cargado viaje hacia Buenos Aires, para llevarle a Diego como ofrenda un tronco de árbol que, para él, es idéntico al diez.

Más allá del viaje y de la cantidad de gente que conoce Tati. Y más allá del simpático humor de varios diálogos a lo largo de la película, hay, de fondo un tema digno de llamar la atención.

Carlos Sorín muestra que puede haber esperanza, bondad y humildad entre la pobreza misionera. También ingenuidad. En un contexto económico y social bastante precario parece que la creencia en ciertos personajes míticos (vivos o muertos) hace la vida más llevadera. Y todo es más fácil.

Más fácil porque el pensamiento se reduce a explicar todos los acontecimientos como destino. Siempre hay lógica y, por lo tanto, satisfacción racional y, más importante aún, emocional. Para todo creyente las cosas pasan por algo. Todo tiene un por qué. Y siempre hay esperanza porque los milagros existen. Y justamente es este el hilo conductor de El camino de San Diego.

Sorín deja ver en esta historia que, para lograr esa felicidad y esperanza entre la desesperanza, hay que creer. La fe lo es todo y no importa en quién o en qué se cree, sino el simple hecho de creer en algo y tener la certeza de que existe. No importa si es San Pedro, Gauchito Gil, Maradona o Jesús. Aquí no importa.