La quimera del oro
Charles Chaplin
Estados Unidos, 1925
Género: Comedia
Una noche en la ópera
Sam Wood
Estados Unidos, 1935
Género: Comedia
A la hora de comparar el humor de Chaplin con el de los Hermanos Marx hay que tener en cuenta que el cine de Chaplin es mudo, y el de los Marx utiliza un recurso fundamental para lograr la risa del espectador: el diálogo. Por otro lado, en el cine de Chaplin es un solo personaje el que genera el humor, y no tres como en el caso de los Marx. Teniendo en cuenta estos dos factores, comenzaré a describir la temática y el estilo de ambos, tomando en cuenta La quimera del oro y Una noche en la ópera.
Quien cataloga el humor de Chaplin como ingenuo, considero que no está tomando en cuenta el trasfondo social y dramático. Aún sin diálogos es posible distinguir la ideología comunista del protagonista. Escenas con simbolismos, como la del zapato en la olla, y un humor físico sin precedentes.
El personaje del vagabundo Charlote, a pesar de su cara de desgraciado, logra hacer reír y conmover. Es simpático y leal. El tratamiento de la mujer en esta película es increíble para la época. Se da la visión de una mujer como ideal, como meta a conseguir (además de la quimera del oro, claro). Todas las mujeres, no sólo la principal, son tratadas con mucho respeto. Es más: Charlote se muestra por debajo de ellas.
A pesar de tener escenas casi absurdas, como la del pollo, todo tiene sentido, todo responde a un ideal. Es una película con lógica e hilo conductor. Sin ni siquiera una palabra puede hacer desternillar de risa, aún más (en mi caso), que los hermanos Marx.
En Una noche en la ópera se repiten los chistes. Chistes absurdos, de burla a la autoridad por el mero hecho de ser autoridad. Groucho aparece como el avivado que se burla de todos. También de las mujeres, a las que ridiculiza.
Con el papel de mudo de Harpo Marx parece que se regresara al humor físico de Chaplin. Con gestos exagerados y simpáticos.
Al principio puede resultar jocoso algún chiste de Groucho o Chico, incluso las pavadas de Harpo. Pero la realidad es que la mecánica del humor se repite a lo largo de toda la película y hace los chistes demasiado predecibles al espectador. Diría que el humor de los Marx es un humor fácil, hoy en día obsoleto. En cambio, Chaplin y su personaje Charlote aún hoy logran la simpatía y gracia de sus inicios.