miércoles, 17 de octubre de 2007

Antes y después: el cine negro

Sin city
Robert Rodríguez, Frank Miller, Quentin Tarantino
Estados Unidos, 2005
Género: policial negro

El halcón maltés
John Houston
Estados Unidos, 1941
Género: policial negro


El cine negro se interesó por los delincuentes y la parte oscura de la sociedad. Y es esto, justamente, lo que se ve en El halcón Maltés y en Sin city.

En ambas películas los protagonistas tienen que luchar por lo que ellos consideran el bien. Aunque hay una visión bastante ambigua del bien y el mal. Ya que el bien para Bogart sería su propio bien, sin importarle el resto (ni siquiera la vida de su socio). También pasa con el personaje de Mickey Rourke, que mata de forma extremadamente violenta a mucha gente para descubrir quién mató a una prostituta que conoció esa misma noche.

Se muestra, en El halcón Maltés, un gran individualismo por parte de todos los personajes, que se traicionan entre ellos para lograr sus objetivos. En cambio, en Sin city, los hechos violentos se dan por ayudar siempre a alguien. Aunque ese alguien persiga fines turbios, ambiguos. Rourke mata por una prostituta, las prostitutas del Old Town matan para ayudarse entre ellas, etc.

Hay una visión pesimista de la sociedad. Quizá esto se vea de forma más clara y explícita en Sin city. Estamos ante una ciudad negra, nocturna, del pecado. Todos tienen algo malo que esconder y hay mucha, mucha violencia. Y sobre todo: códigos distorsionados respetados por toda una sociedad. La sociedad del pecado, pero son códigos al fin. Si alguien se mete con una de las prostitutas de Old Town, Milo mata con extrema violencia. Ese es el código: los policías no pueden entrar a Old Town. Y si el código se rompe, hay conflicto.

Parece que en El halcón maltés los protagonistas, que actúan por fuera de los códigos éticos de una sociedad honesta, resaltan como delincuentes. Llaman la atención. Algo que no pasa en Sin city, que el asesinato prácticamente se ve como algo normal.

Los policías se ven ridículos en ambas películas. Ya sea corruptos (caso de Sin city y la pandilla de Benicio del Toro) o incompetentes (El halcón maltés). Por una cosa u otra, hay una visión negativa de la policía.

Los personajes tienen una marca trágica y esto desencadena toda la acción. En El halcón maltés, Bogart dice que debe descubrir quién mató a su socio para defender su pellejo de la policía que pretende culparlo. Y de aquí viene toda la trama. En Sin city cada uno de los personajes se ve marcado por un hecho trágico y eso determina su destino. Este es el caso de Bruce Willis que defiende a una niña de un violador, va preso por su honestidad, y esto lo marca de tal forma que a su salida de prisión la busca y esto lo lleva a la muerte.

La figura femenina gana protagonismo en el cine negro. En Sin city vemos que Old town está dominado por un grupo de mujeres fuertes, violentas, astutas e inteligentes. Jessica Alba, niña y luego mujer muy astuta, causa la perdición de Willis. Parece que el papel femenino pasa de ser inocente a ser una amenaza. En El halcón maltés, la mujer actúa con individualismo y complica toda la situación de Bogart hasta el final. Con ese aspecto bello e inocente esconde mentiras y una gran amenaza para Bogart.

Por último, los protagonistas masculinos aparecen como héroes racionales, individualistas y pragmáticos. Tanto en Sin city como en El halcón maltés se pueden ver protagonistas solitarios, rudos, soberbios e inteligentes: manejan las situaciones complicadas tal como un juego de ajedrez.