jueves, 15 de noviembre de 2007

La coherencia y credibilidad en Frida


Frida, naturaleza viva
Paul Leduc
1984, México
Género: drama

Frida
Julie Taymor
2002, Estados Unidos
Género: drama

Frida, naturaleza viva (1984) y Frida (2002) cuentan la tormentosa vida y la obra de Frida Kahlo. Si bien son muy distintas, hay una cierta coherencia en los hechos que tratan ambas películas, aunque una de ellas prefiere profundizar en unos y otra, en otros.

Se habla de Frida y la pintura, Frida y Diego Rivera, Frida y los hombres, Firda y el comunismo y la obra social y, por último, Frida y Trotsky. Todas tienen, al menos, un poco de estos temas.

El ritmo pausado y la narración caótica de Frida, naturaleza viva la hacen especial, diferente, tal como la vida y obra de Frida. Parece que en la primera versión hubiese una minuciosa preocupación por el detalle. El detalle histórico, algo muy necesario para la tranquilidad mental del espectador.

En cambio, Frida de Salma Hayek tiene otra velocidad. Exactamente la velocidad del siglo XXI. A esta altura, una película con tantas pretensiones (a libre criterio) no podría lograrse de otra forma. Y no está mal. También tiene sus puntos a favor. Como la Fotografía de Prieto (el mismo de 21 gramos y Babel). Si hay algo que recuerdo con claridad de esta película, es la fotografía.

Ambas muestran la vida apasionada de la protagonista, pero en la versión de Salma Hayek hay exageración. De esas exageraciones que hacen pensar en las películas taquilleras. Lo que, repito, no significa que esté mal. Es una constante en el cine que vuelve a versionarse con el correr de los años. Posiblemente sea producto del cambio social, de los tabúes cada vez más ausentes. O quizá sea sólo una cuestión de moneda (como decían Los Rodríguez).

Finalmente, en la primera versión hay coherencia. Coherencia en la forma y contenido de la película y la vida de Frida Kahlo. Eso no pasa, precisamente, en la versión hollywoodense de Salma Hayek, en la que todo parece tomado de alfileres, con mucha superficialidad y, por tanto, poco creíble.